viernes, 22 de abril de 2011

Escritos

Hoy me he entretenido (en un momentillo de descanso entre folios y folios) en leer textos antiguos, escritos por mí que tengo guardados, y que no han visto la luz. Me he quedado sorprendida por las distintas formas de escribir que tengo. De hecho, algunos textos dudaba de si eran míos... Aquí tengo uno, algo pesimista, pero en las condiciones que cuento... casi que normal :P


"¡Vaya día me espera!, encerrada a la luz de una vela, escuchando un fuerte viento en la calle y, por si fuera poco, con el dedo roto.
Miro arriba y solo veo una grieta en el techo, y me imagino la cantidad de consecuencias que podría tener… desde el simple hecho de hacer volar mi imaginación hasta dejarme sepultada una temporada. Quién sabe hasta qué punto una simple grieta podría repercutir en mi vida. ¿No crees? Pero, ignorémosla, quizás sea cuestión de tiempo el que alguien decida arreglarla.
De fondo escucho gente hablando, ¿qué dirán? Prefiero no saberlo. Veo a veces una luz, como si de una linterna se tratase, pasar por el cristal de mi cuarto, y a la vez que la luz escucho pasos: pom, pom, pom, pom, que se acercan y alejan acompañados de nuevo con una vocecilla… También escucho otro tipo de pasos pim pim, pim pim. Supongo que serán las perras, que estarán algo intranquilas con el ruido de la calle. Ellas parecen estar asustadas, incluso a veces creo que lloran, aunque eso también puede ser imaginación mía…
A veces algo golpea mi ventana, desde una simple ráfaga que arrastra viento hasta piedras que podrían terminar rompiendo el cristal. A cada ráfaga se cuela un poquito de ese aire frío por mi ventana, que pasa a través de ella a pesar de estar cerrada. Además, ese aire hace que el fuego de la vela se mueva de un lado para otro. Y me pregunto una y otra vez ¿Se apagará?
Cada vez hace más frío, y me entretengo en abrir mi boca en forma de “O” y echar aire caliente, parezco echar humo. Una buena forma de divertirme, aunque no hay nada mejor que acompañarme de mis palabras, mis letras… mi forma de desahogarme. Quizás la única cosas que nadie puede quitarme. Escribirle al vacío me tranquiliza, es el único que no podrá defraudarme. Guarda mis secretos como nadie, y tiene la paciencia de escucharme: quizás más que yo misma.
Sí, así vengo a escribirte, y así me voy."
27-2-2010, 20.30. Un día sin luz y con mucho viento en la calle.

domingo, 17 de abril de 2011

¡Buenas!

Antes de nada, me presento para quien no me conozca de antes de este mundillo.
Soy Cristina, ahora mismo tengo 17 años (camino de esa mayoría de edad, aiis) y estoy estudiando 2º de Bachiller de Humanidades.
¿Mi sueño? como el de todo el mundo, ser feliz y que se cumplan tooodos los demás sueños que tengo
¿Mi meta? de las más cercanas... llegar a tener algún espacio entre los idiomas, donde desenvolverme y disfrutar :)
¿Información extra? no creo que la necesitéis, no hay mejor forma de conocerme que a través de mis textos, de lo que cuente y se lea entre líneas...

Pensaba dejar una entrada única para esto, pero tengo una noticia "buena, bonita y... actual", que merece la pena que aparezca aquí

Llevo ya un año (y un día) con Manu, o Nolo (nombre que otros conocéis :P). Sí, que ya sé que a esta edad todo es muy bonito y parece eterno, y luego quizás no sea así... pero yo disfruto lo que puedo y para celebrarlo qué mejor que una visita a Granada: tapas, parques y Alhambra, aiiis
Este tiempo genial, simplemente. Gracias es lo único que puedo decirle


Y nada, ¡¡hasta la próxima!!