Soy incapaz de pensar que aquél que estaba al otro lado del cristal, o en esa cajita eres tú. No, tiene que ser un osito de peluche con una carita adorable. Y ese polvo de ese bote son las pelusas de debajo de mi cama. ¿A que sí?

No, abuelito, tú tienes que seguir gruñéndome cuando te digo "no sé cómo saldrá este cuatrimestre", diciendo que quien quiera es capaz de aprobarlo todo y que lo tontos son aquellos que no quieren ponerse a ello, no aquellos a quienes les cuesta. O que te indignes cuando veas en la tele algo de política y me digas "¡todos esos son unos sinvergüenzas, unos sinvergüenzas.... y lo de las Iglesias, peores!" o algo de violencia y me animes a no dejar que me hagan nada, porque eso no se lo merece nadie.
Siempre has sido y serás mi camino a seguir, un modelo de persona que es capaz de disfrutar de cada momento, de decirme "yo no me quiero morir todavía porque soy feliz", de reir cuando le hablo y sonreir de oreja a oreja cada vez que le doy un beso. La voz de la sabiduría, el coraje, la humildad, el cariño, la fuerza, la cabezonería, la sencillez, la verdad... eres la voz que yo quiero, abuelo, y aunque ya no estés aquí te siento cerca porque estás en mi ahora y siempre. Abuelo, te quiero desde lo más profundo de mi ser.

Me faltan palabras, pero me sobran sentimientos...

:'(

Abuelito, dime tú, ¿por qué te vas así tan de pronto?
Siempre te gustó que te empezara a cantar esa canción, pero ahora tiene el tono más amargo que se le puede dar. Te quiero, abuelo